Como hacer un detox y no morir en el intento
Este setiembre ha estado intenso. Era la vuelta de vacaciones, y para mi, el principio del año. Y bueno, las fiestas, los reencuentros, las comidas, las cenas...me han pasado factura. No sé si también tenga un efecto el que mi cumpleaños sea en octubre y que anualmente por estas fechas me entre la neura del envejecimiento, la eterna pregunta de qué quiero ser de mayor, qué vida quiero vivir... Pero el caso, es que me puse seria el fin de semana y me dije, es septiembre, llega octubre, cumples 31, tienes que cuidarte y, ¿por qué no? empezar por un detox.
El reto: 3 días de detox de jugos.
Está heavy pensar que durante 3 días solo me voy a alimentar de jugos de frutas y verduras.
Nada caliente.
Nada sólido. (Al menos, en principio 😅)
Durante 3 días.
Mi objetivo con este artículo, es simplemente compartirte mi experiencia, los trucos que aprendí y animarte a que también lo hagas porque, después de mucho sufrimiento, a mi me mereció mucho la pena y creo que a cualquiera le puede venir bien.

¿Porqué hice el detox?
Llevaba demasiados fines de semana saliendo, bebiendo y malcomiendo.
Tenía el estómago inflamado y sentía permanente malestar.
Me veía la piel insana y con granitos.
Sentía inflamación general en mi cuerpo.
¿Cómo fue mi experiencia?
Día 1
El primer día empecé con fuerzas. Qué ganas tenía de desintoxicarme, de eliminar de mi cuerpo y de mi rutina todo tipo de tóxicos, químicos, proteínas animales, azúcares y cereales.
Sí es verdad que el frio fue una cosa que me estuvo acompañando durante todo el viaje, pero te comparto un TRUCO: BEBER AGUA CALIENTE. No quería beber té porque tampoco quería ingerir ningún tipo de cafeína o teína. Normalmente si se te permite tomar manzanilla o infusiones de otro tipo, pero quería ser lo más purista posible y solo tomé agua.
Fui y volví andando al trabajo pero no hice yoga. Te recomiendan no pasarte con el ejercicio, porque de por sí es un proceso fuerte por el que está pasando tu cuerpo y no debes forzarlo esforzándote extra.
Luego, sí que a las 9 o 10 de la noche, ya estaba muerta y me quería acostar, pero no te puedo explicar lo BIEN que dormí. Hasta las 8am del día siguiente. ¡Diez horas! Flipa. Como bebé.
Así que, la verdad es que mi conclusión de ese primer día es que lo superé fenomenal.
Un día es un día, y ya había superado una tercera parte de la experiencia.
Día 2
Ahí estaba yo, 8am, ya empiezo a sentir el vacío en mi estómago. Adelanto mi primer jugo del día y me voy a trabajar. También es verdad que el martes fue un día intensito de chamba, pero bueno, es la vida y hay que seguir.
El frio seguía ahí, pero conociendo ya mi truco del agua caliente lo aguanto mucho mejor.
Empiezo a echar de menos el comer algo sólido. Es curioso, pero hay algo en eso de morder, masticar, tragar y digerir que está tan integrado en nuestras dinámicas que ni lo pensamos. El caso es que aguanto todo lo que puedo, pero a eso de las 6 y media, 7 de la tarde, no me puedo controlar y me preparo unas rebanaditas de aguacate aderezadas con pimienta para que no fuera tan aburrido.
TRUCO: Si te ganan las ganas de comer como me pasó a mi, piensa en esta regla general a la hora de elegir qué comer. Buscando respetar al máximo la dieta que estás haciendo, escoge alguno de los alimentos de los jugos que estás tomando, o, al menos, que sea CRUDO, VEGANO y ORGÁNICO. Hagas lo que hagas, si respetas esas 3 características, no podrás estar interrumpiendo tanto el proceso de desintoxicación.
De nuevo, fui y volví andando al trabajo pero tampoco hice yoga.
Pero, ya iba por el 66,6666666666% del reto superado y me sentía bien por estar respetándolo a él y a mi misma. Eso sí, de nuevo a las 22hrs a la camita y again, dormí como un bebé.
Día 3
Creo que este día desperté a mi novio con los rugidos de mi estómago a las 6 de la mañana jajajaja pero ambos hicimos caso omiso, me negué a adelantar de nuevo 2 horas el primer jugo del día y seguimos durmiendo.
A media mañana me mareé un poco en la oficina y decidí volverme a casa en scooter en vez de andando.
Un poco preocupada, volví a comer sólido. Esta vez una zanahoria.