Receta de exfoliante de 3 ingredientes
Entre los productos más sencillos que podemos empezar a hacer nosotros mismos, está el exfoliante. Simplemente con cosas que podemos encontrar en nuestra cocina como azúcar, sal o avena, ya tenemos un exfoliante natural buenísimo y súper efectivo. Y es que es algo que realmente tiene muchísimos beneficios si lo hacemos de forma habitual.

¿Para qué exfoliarse?
La función principal de exfoliarse es básicamente eliminar las células muertas de la piel y liberarla de impurezas. Esto con el objetivo de que ésta pueda transpirar e hidratarse mejor y recuperar su luminosidad natural.
¿En qué zonas exfoliarse?
Te recomendaría que cuando te exfolies, te centres más en partes del cuerpo que sean más rugosas como los codos, las rodillas o los pies. Al exfoliarlo conseguirás "retirar" la piel más dura y lo sentirás muchísimo más suave. También te diría que si tienes zonas donde te sueles depilar y recurrentemente encuentras pelos enterrados, la exfoliación te ayudará a liberarlos sin que sea un proceso súper traumático.
En cuanto a la cara, presta especial atención al mentón, frente y aletas de la nariz. Y recuerda, al ser la piel de la cara más fina y sensible, siempre será mejor utilizar un exfoliante más suave, con un grano más pequeño.
Bueno, una vez aclarado esto, entremos ya a la actividad que nos ocupa. Te voy a dar recetas para 2 exfoliantes, uno de cuerpo y otro de cara para que no te quejes y, sobre todo, no te hagas daño en la piel.
EXFOLIANTE DE CARA
Ingredientes
- 50 g de aceite de almendras dulces
- 60 g de sal marina
- Para piel grasa, 5 gotas de aceite esencial de romero
- Para piel seca o normal, 5 gotas de aceite esencial de cedro
El aceite esencial de romero es buenísimo para pieles grasas. Se usa mucho para tratar casos de acné. Y para una futura receta de shampoo y/o acondicionador, el romero también ayuda a fortalecer el pelo, ya que mejora la circulación sanguínea del cuero cabelludo y estimula el crecimiento, además de dejarlo brillante. ✨
Pasos a seguir
1. Mezclarlo todo bien en un recipiente
2. Durante la ducha o en tu ritual de limpieza de cara, aplicar sobre la piel en movimientos circulares
3. Aclarar la piel con agua
4. Hidratar